miércoles, 10 de diciembre de 2008

EL AURA. EJERCICIO DE VISUALIZACIÓN 1º


Durante la lectura del libro Manos que curan de Barbara Brennan los ejercicios de visualización del aura comienzan por entrenarnos para ver los glóbulos de orgón que se ven en el cielo en un día soleado.
Al comprobarlo, describiré a continuación la visualización, intentando ser lo más explícita posible.
Leyendo, me dí cuenta de que ya había tenido ocasiones en mi vida de observar los glóbulos de orgón, sin saber lo que eran evidentemente. Se observan durante ésos días en los que te sientes contemplativo y observas y disfrutas de un tranquilo día de campo en la naturaleza.
En casa, cuando el sól apénas había salido del horizonte, fijé mis ojos en el cielo azul. Es un día frío de Diciembre, pero completamente despejado. No se movía el aire. Todo era calmo.
Me fijé en el cielo, tal y cómo B. B. explicaba, y en efecto, en unos segundos los glóbulos de orgón estaban allí. Muy brillantes y con una gran movilidad, debido al día soleado en el que me encontraba.
Era fantástico verlos y disfrutarlos ya con el conocimiento de lo que son, y sabiéndo que es el primer paso del entrenamiento para poder ver el aura en todo lo que me rodea. Son super brillantes, se mueven a gran velocidad, y tiñen la visión de una sensación mágica.
Después, desplacé mi vista hacia la copa del Olivo que tengo en el centro de la carretera que da acceso a mi casa. Allí descubrí el aura del árbol.
Para describirla diré, que el árbol se encuentra a unos 25 metros de donde yo me encontraba, supongo, que el aura desde esa distancia, se verá diferente de que si observamos el árbol más cerca. Los matices, supongo, serán más ricos.
El aura del olivo, es de color verde muy clarito, con ciertos tintes de dorado. Su aspecto es como de neblina brillante. La capa del aura del olivo, desde esa distancia de 25 metros, rodeaba al árbol con una anchura aproximada de un metro. Cuanto más cerca de las hojas del árbol miraba, el aura era más clara o incluso casi blanca, y cuanto más lejana de la hoja, en el aura se apreciaba mucho más el color verde, eso sí, sin dejar de ser muy clarito.
Diría que el aura del olivo se compone de una especie de resplandor, mas o menos homogéneo, y una especie de fluido que se proyecta hacia el exterior del árbol, por unos lados más intensos que por otros. Sale del arbol para perderse a la vista.
Todo esto, desde la distancia de 25 metros.
Ha sido una experiencia muy bonita que pienso repetir hasta que el libro me lleve hasta el siguiente ejercicio. Conseguiré de este modo disfrutar de esta maravilla y además coger práctica en la visualización del aura. Una maravilla. Durante la visión te da pena hasta pestañear.
Todo lo que esta pasando es muy grande. Siento que algo mucho más grande va a pasar. Llevo sintiéndolo así hace algunos días, desde la última Shadana del curso de formación.
Gracias.
Sat Nam, Sat Nam, Sat Nam.

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