viernes, 7 de noviembre de 2008

Proyecto de Maestra Acuariana


Soy un Proyecto de Maestra Acuariana. He esperado con ansia e ilusión el inicio de esta nueva etapa en mi vida. Desde que el cambio empezó en mi, Dios ha redirigido mis pasos.
Ya en el camino he encontrado la felicidad, me he recordado, y he vuelto a ser la misma que siempre supe que fué. La que siempre estuvo. Allá adentro. Donde yo la encerré.
He recibido el regalo de la verdadera vida. Un tesoro sin precio.
Mi ser, siempre estuvo inclinado a ayudar a los demás. Siempre sentí esa necesidad. Era algo innato. Me extasiaba, desde muy pequeña, cuando tenía oportunidad de escuchar o ver a alguien que había entregado su vida a los demás. Siempre soñe ser uno de ellos.
El primer recuerdo que tengo de este éxtasis, sería aproximadamente sobre los 8 o 9 años. En el colegio. Vinieron a darnos una charla unos religiosos que estaban en algún país tercermundista, y nos hablaban de sus actividades allí. Eran misioneros. Así que yo, educada en la "fe" católica, también quería ser misionera. Misionera, Hija de María...etc... Tenía una gran espiritualidad. Has ta quise ser monja en algún momento de mi niñez. Pero crecí. Y quise respuestas a mis preguntas, y jamás las obtuve.
Sólo se me había enseñado a tener una fé ciega, y no entendía por que fallaba todo a mi alrededor. Dios, nunca contestó a mis plegarias,allá, donde quiera que estuviera; eso sí, lejos de mí, pecadora, que había tenido que ser bautizada para limpiar los pecados de mis primeros padres. Como Dios iba a ponerse en contacto con algo tan insignificante ? Confesiones. Sentimientos de Culpa. Miedo a la ira de Dios. Penitencias y Plegarias. Y crecí. Sin conocer a Dios. Sola. Sin respuestas y sin dirección.
Y salí a la vida, ya adolescente, y olvídé, aparté y guardé muy bien aquellas inquietudes primarias. El mundo no era como me lo habían contado. Estaba lleno de peligros, la gente "piadosa" no se comportaba como tal. Decían unas cosas, y hacían otras muy diferentes. Tuve que ponerme corazas contra la envidia, contra la maldad gratuita, contra lo que veían mis ojos, tan lejos de lo que sentía mi corazón. Tanta codicia, tanta individualidad. Salvese quien pueda. Mi corazón se encogió, y estuvo así durante muchos años. Años de mucha lucha y sufrimiento.

Ya de adulta, tras pasar por los infiernos largo tiempo, algo se movió en mi interior.

Dentro de mí, aquella inquietud primaria, me lanzaba pequeños destellos, mínimos, casi imperceptibles, muy tenues, pero ciertamente presentes. Y volví mi mirada hacia ella, hacia aquella pequeña llamita que había sobrevivido milagrosamente, a todos mis cerrojos y a los infiernos, y de pronto, de golpe, me recordé. Y supe.
Y sentí por primera vez a Dios. De vuelta a Dios. Por fin con Dios. De vuelta. Siempre estuvo allí adentro . Siempre. Y la visión de este milagro estalló dentro de mí, aquietó todo a mi alrededor. La rueda caótica de mi mente se calmó de repente. Todo se puso en su sitio. Milagrosamente. En calma. En una calma y una paz que ni siquiera recordaba. Se mostró el Camino. Delante de mi. Cierto Unico, Omnipotente y verdadero.
Y desde entonces no he abandonado el camino. Me bajé de la rueda para nunca más volver.

Y supe, que mi necesidad de ayudar a los demás iba a ser satisfecha. No hacía falta irme a un pais lejano. Mi misión estaba aqui. Podía realizarla aquí y ahora. Y aquí estoy. Ahora estoy.
Proyecto de Maestra Acuariana, para poder dar a los demás, todas las bendiciones que he recibido de Dios a través de KY. Para que todo el amor que desbordo llegue en las mejores condiciones a la mayor cantidad de personas posibles.

Sat Nam, Sat Nam, Sat Nam

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