jueves, 23 de octubre de 2008

LA LECHE ES MALA


El escrito a continuación es la contestación a un mail a cerca de las verdaderas propiedades de la leche de vaca y su consumo. Cuando le contesté, fué así, y cuando lo reeleí, me hizo sonreir, así que lo copio aqui para no olvidarlo.
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HISTORIA DE PAQUI CON LA LECHE Y SUS ENEMIGOS UNO Y DOS.

Afortunadamente, la leche de vaca, no está en mi dieta habitual. Dejé de tomarla cuando " mi madre se convenció " ( a base de vómitos matinales míos camino del cole" )de que me sentaba mal. Era tomarme un vaso de leche por la mañana, y empezar a darme vueltas el estómago que no veas. Si lo vomitaba en casa, pues nada, me ponía otro y me daba un "pescozón" . Ella , mi madre, se convirtió en mi enemigo número Uno.

Mi madre,( en adelante ) enemigo número Uno, no contenta con mis reparos, simpre me decía que tenía que tomar leche para crecer bien. Y mis mañanas infantiles se convirtieron en una tortura. Para reforzar que no me bebía 3 o cuatro vasos al día, no se le ocurría otra cosa que meterme en la leche una yema de huevo cruda y canela. Para que me alimentara más.
Consiguió, que además de sentarme mal, me repugnara, por lo que acabé, tirando el brebaje por el fregadero en cuanto se despistaba y caminando 1 kilometro hasta el colegio sin desayunar.

Gracias a mi enemigo numero uno, La Canela, no la puedo ni oler a día de hoy....

Enemigo Número Dos.

Con el Enemigo número Dos, bregaba al llegar al cole.
Despues de los rezos y el canto del cara al sol, nos entregaban a cada niño una botellita de cristal llena de leche para almorzar ( cosas de Franco ) y nos la teníamos que tomar. No veas cómo me las tenía que ingeniar para no beberme aquello que me hacía sentir horriblemente... y encima frio, sin azúcar ni nada, a palo seco...tener en cuenta, que cuando yo era pequeña y Franco todavía vivía, la vara de madera siempre colgaba del brazo del profesor ( El enemigo número dos ) y nos endiñaba con ella a la primera de cambio... así que el panico infantil que sentía hasta que podía esconderme la botella , no derramar nada cuando me movía hasta llegar al baño....empinarme la dichosa botellita para mancharme el bigote de leche para que todos vieran cómo me gustaba y disfrutaba de aquella leche.. Vamos, cada día era para mí como meterme en una selva llena de enemigos envenenadores.... JAJAJAJAJAJAJ. Como me iban a entrar las matemáticas....

Recuerdo un día, jajajja que la seño de mates me sacó a la pizarra. Todavía no había tenido tiempo de ir al baño a vaciar la dichosa botellita y la tenía metida en la cintura de la falda. Había que tener un gran equilibrio de presión con la barriga y la falda en los días normales , para llegar desde el pupitre hasta la puerta de la clase sin que la botellita se cayera. Tenías que hinchar la barriga para que hubiera una presiòn en concreto, pues si me pasaba o me quedaba corta la botella se caía. Se me ponía una cara rara cuando pedía ir al baño, pues claro, hablar y mantener la presión era dificil, pero mi enemigo numero dos siempre pensaba que era por que me hacía pis. " Esta niña siempre igual con el baño... No puedes venir meadita de casa????"" jajajajajajajjajaa.
Ese día se me cayó el mundo encima. Salir a la pizarraaaaa????? Tenía que aguantar la dichosa botellita en la cintura desde el pupitre a la pizarra y luego volver. Me levanté recolocándome la botella y atusándome el babi para que no se viera el bulto. Aunque yo ya tenía años de experiencia en la sujeción de la botellita, me pareció que andé kilómetros. Imaginaros, mi cara, parecía un poema. Desencajada me encontré delante de la pizarra con 4 divisiones. Era mis primeras divisiones. Subí la mano derecha con la tiza y la apoyé en la pizarra. Allí se quedó. Inmóvil la tiza e inmovil yo. La botella se mantenía a duras penas con el brazo levantado. La profesora empezo subiendo la voz cada vez mas y acabó a grito pelao, y yo bloqueada con toda mi atención puesta en la presión de la botellita.... Me lleve 4 pescozones con chichón en la pizarra. La seño me daba un pescozón, y de la inercia me daba un golpe en la frente con la pizarra , la botellita se deslizaba en mi barriga peligrosamente...Tenía que aguantar, si no, se descubriría el pastel, tendría que beberme todas las mañanas la botella de leche y además, no me libraba de la vara fijo.De mi boca no salió ni una palabra. De mi mano ni un solo trazo a pesar de los pescozones, debió de pensar que era tonta o algo así. Así que la profesora me dejó por imposible y me devolvió al pupitre y me tiré toda la mañana con la botellita en la cintura. No me enteré de nada ese día ni mates, ni reli, ni sociales... jajajajjajajaja

Después del almuerzo llegaba la hora del comedor. Pero eso ya es otra historia.

Mi enemigo número uno nunca supo por qué me gustaba tanto la ropa con bolsillos....JAJAJAJAJJAJA
Afortunadamente se murió Franco y se acabó la leche matutina en el cole, Mi madre ( el enemigo numero uno )afortunadamente no se murió, pero sí descubrió mis viajes al fragadero diarios y desistió, ( Despues de "arrearme" un "cazazo un día en la cabeza" os lo juro , jajjaa cuando me pilló con las manos en la masa. ) de la leche para pasar al PLAN B. Menuda era mi madre!
PLAN B DEL ENEMIGO NUMERO UNO.:
Cambió la leche por cucharadas enooooooooormes de fermentos lácticos vivos con agua ( entonces los fermentos lacticos no eran en polvo como hoy,,, eran una masa informe blanca con bultitos que yo creo que si los mirabas detenidamente hasta se movían... ( yo desde luego con mi mente infantil los veía moverse y mirarme, jajajajajja ) y me decía con la cuchara delante de mi boca ¡Cometelos! ¡rápido! que se mueren Y MUERTOS NO SIRVEN PARA NADA!! ).
Como los fermenteos lácticos en aquella época eran algo muy raro y casi imposible de conseguir ( se los trajo una tía mía que se lo recomendó desde Mexico, que vino en su ayuda para hacerme crecer bien. )acabé siendo una niña rarita que comía bichos vivos a los ojos de mis mejores amigas.
Mi enemigo número uno, triunfal, le contaba a sus mamás que yo tenía que comer bichos vivos por que no quería leche.... Aaayyyyy!!!!!... y las niñas con ojos muy grandes venían y me preguntaban: tu eres la que comes bichos???? AAAaaaayyyy!!! después, de postre, me daba vino quinado "para que se me pasara el mal trago, y tenía alimento", decía. ( Se llamaba Quinito San Clemente )jajaja,y aceite de ricino Y Calcio 20.... En fin ... Un horror .

El cargamento de bichos apenas duró dos semanas. Menos mal que Mexico está lejos y no se podía reponer jajajajajajajaajj.

No es que ganara en el cambio con los fermentos y el vino, pero por lo menos, con el Quinito me iba al cole más contenta que unas castañuelas... Jjajajajajajaja!

Así que Poli, tienes toda la razón. LA LECHE DE VACA NO ES BUENA!!Ahora tomo leche de almendra. Evidentemente, no me sienta mal. Bueno, voy a parar ya que empiezo a convertirme en una viejita contando batallitas....Vaya rollo os he metido...JAJAJAJAJJAJA lo que hace no tener trabajo jajajajja

Sat Nam a todos.